Este el triunfo niña
dale que dale,
si el triunfo a la moda
de Buenos Aires.
Yo no soy de estos pagos
soy de Guaminí,
ninguna siquiera
se duele de mí.
Este es triunfo triunfo
que ya se acabó,
pa quererte y amarte
pa olvidarte no.
Este el triunfo triunfo
dale que dale,
es el triunfo porteño
de Buenos Aires.
Yo no soy de estos pagos
soy guaminero,
donde pongo los puntos
paloma al suelo.
Este es el triunfo triunfo,
triunfo triunfante,
se me muere el caballo
sigo de infante.
En el arzobispado
de tu hermosura,
tengo que examinarme
para ser cura.
Da vuelta mi vida
da vuelta y veme,
por las señas que te hago
niña entendeme.
Una paloma blanca
como la nieve,
me ha picado en el alma,
ay que me duele.
Arriba triunfo niña
paloma blanca,
solo vivo penando
sin esperanza.
Antes de apasionarte
mira primero,
donde pongas los ojos
no llores luego.
Mi amor es como un barco
cuando navega,
que hasta llegar a puerto
no se sosiega.
Arribita arribeño
arriba el coro,
estaban dos amantes
con grillos de oro.
Arriba triunfo niña
queré quereme,
y con esos amores
correspondeme.
El amor es un bicho
que cuando pica,
no se encuentra remedio
ni en la botica.
Montevideo alegre
triste para mí,
desgraciada la tierra
donde yo nací.
Yo tengo cinco cosas
que no tienes tú,
amor, paciencia y ciencia,
conciencia y virtud.
Cenizas apagadas
las he visto arder,
amores olvidados
volverse a querer.
Arriba triunfo niña
dijo Cupido,
más vale estar ausente
que aborrecido.
Todas las mañanitas
del mes de enero,
amanecen las uñas
sobre los dedos.
Del colegio que tuve
discípulo fui,
a quererte y amarte
fue lo que aprendí.
Me pregunta Cupido
si sé de amores,
soy capaz a Cupido
darle lecciones.
Pañuelo colorado
guardo de antojo,
donde estará tu dueño
blanqueando el ojo.
Arriba rosa bomba
de Alejandría,
colorada de noche,
blanca de día.
De las aves que vuelan
me gusta el chajá,
se remonta gritando
mi vida y se va.
Vuela el ave cantando
dime si quedó,
cenizas de aquel palo
que en un tiempo ardió.
Arrímate a mi pecho
pega un suspiro,
apagarás el fuego
que has encendido.
Árbol de la esperanza
nunca te quiebres,
porque los huracanes
se van y vienen.
Cuando voy por la calle
en noche oscura,
me alumbran los ojos
de tu hermosura.
Una paloma blanca
como la nieve,
me ha picado en el alma
ay que me duele.
Arriba triunfo niña
esto es padecer,
el corazón me duele
de tanto querer.
Arriba triunfo niña
ay de mis males,
Margarita Petrona,
María González.
(Isidro Cabrera)
Pajarillo no pases
por esta acequia,
porque si pasas pisas,
si pisas pecas.
(Damián Lemos)
Arriba triunfo niña
parate enfrente,
que aunque no sos mi dueña
me gusta el verte.
A la sombra de un pino
vida te aguardo,
camino de Valencia
camino largo.
(esta copla fue dictada por el paisano Isidro Cabrera del pueblo del Salado, hoy General Belgrano, que la escuchó en su pago cuando era joven)
Dicen que por la boca
muere el pescado,
yo muero por la tuya
desesperado.
Yo no soy de estos pagos
soy de Dolores,
pa mí son las espinas,
pa otros las flores.
Cuántas y cuántas veces
mi pensamiento,
salió en busca de alivio
y hallo tormento.
El amor y la ausencia
parejas corren,
el que ausente la tenga
muerta la llore.
Recopiladas por José Antonio “Piquillín” Güiraldes en San Miguel del Monte y San Antonio de Areco, copiadas en 1.998